1960
Las suelas de esquí de celulosa resultaron ser muy frágiles.
Se sustituyeron por suelas de polietileno, que requieren un encerado, lo que fue favorable para el desarrollo de la actividad. Además, al dirigirse a un mercado internacional, la marca Parsenn se abandona en favor de la marca VOLA, una palabra más fácil de usar en muchos idiomas.